Por: Verónica fernández, Socia Fundadora
Sureste nació el año 2001, cuando un grupo de primos nos juntamos a soñar y a unir nuestros talentos para formar algo en conjunto; agradecemos mucho esa decisión, porque solo meses antes estuvimos a punto de partir en rumbos muy diferentes; dos a la montaña al sur, otro a la ciudad y otro al mar…todos buscando desarrollar su potencial en algún proyecto ….pero en el de alguien más, no en sueños propios.
Cuando comienza a gestarse la idea de Sureste, empezó a surgir una llama en nosotros que nunca pudimos apagar. Puedo ver la ilusión que comenzó a surgir en nuestros corazones cuando íbamos lanzando ideas, todas eran tan nuestras, tan propias y tan desde nuestra esencia, que no tuvimos ninguna duda. La idea principal, era compartir con las personas la naturaleza y modo de vida que pudimos disfrutar desde chicos, jugar en el cerro y disfrutar de lo simple.
Comenzamos a crear este sueño desde la primera piedra, sin ningún capital más que un crédito en una ferretería local. Con la fuerza que se tiene a los 20 años y enamorado de lo que sueñas, empezamos a trabajar de sol a sol hasta que tuvimos una infraestructura mínima para recibir participantes.
Desde el principio nos orientamos hacia las empresas, porque sentimos que los equipos de personas que trabajan día a día juntas y en medio de la ciudad, eran los que más necesitaban de un espacio así, lo valorarían y se llevarían un real aporte para mejorar las relaciones de trabajo con sus compañeros.
Fue muy simpático cómo nos creyó una empresa tan grande como Walmart, D&S en ese entonces, que fue nuestro primer cliente y lo sigue siendo hasta el día de hoy. Ellos vieron en nosotros honestidad y ganas de entregar el máximo para que toda la experiencia fuera perfecta, aunque nos faltaba todo materialmente, teníamos de sobra naturaleza y humanidad sincera.
Así partimos haciendo unos pocos campamentos para altos ejecutivos que luego se transformaron en cientos de jornadas para todos los colaboradores, fuimos literalmente de Arica a Punta Arenas con la experiencia completa apretada dentro de una Peugeot Boxer, cables para tirolesas, arneses, cascos, carpas, juegos, un mundo. Nació así ahí la unidad Sureste Nómade “experiencias de aprendizaje donde tu equipo lo necesite”.
Lo dimos todo, pero ganamos mucho más…. Empezamos a sentir confianza, ganar experiencia y darnos cuenta de nuestro valor.
El año 2008 el país sufrió una importante crisis económica, lo que llevó a las empresas a dejar de realizar actividades de capacitación. Fue un momento crucial en nuestra historia y del que nos sentimos orgullosos de la actitud que tuvimos, porque en vez de asustarnos, decidimos endeudarnos para aprovechar el tiempo y potenciar nuestra infraestructura construyendo comedores, salas de clases y más actividades outdoor.
Fue un acierto, ya que con esto dimos un salto que nos permitió recibir a dos grupos el mismo día, sin que se toparan, por lo que nuestra materia prima más sensible, la reserva de fechas, se duplicó.
Otro de los momentos en que se generó un gran crecimiento en confianza y reconocimiento del valor, es cuando llegan las universidades.
Partimos realizando encuentros para estudiantes de pre grado universidades y rápidamente fueron apareciendo otras, incorporándonos dentro de la malla académica en cursos de Liderazgo y Trabajo en Equipo en las mejor universidades del país, tanto para estudiantes de pregrado como de posgrado.
Esto generó en nosotros un reconocimiento de que lo que estábamos entregando de corazón, era apreciado por las mejores instituciones del país, por lo tanto nos daba la credibilidad suficiente para poder seguir aportando en la integración de equipos de trabajo de cualquier índole que fuere.
Grandes y pequeñas empresas, Instituciones Públicas, Instituciones Educativas comenzaron a llegar a nuestras puertas, porque el boca a boca es mejor que la mejor de las campañas publicitarias. Los clientes llegan recomendados y se van felices porque damos el 100%, por lo tanto superamos las expectativas de cualquier grupo que venga a vivir una experiencia de Team Building en la Naturaleza.
La experiencia es enriquecedora, se llevan consigo una vivencia de compañerismo que gracias al entorno y la facilitación de nuestras Psicólogas, Coaches y Guías de Montaña, permite que se abran los corazones y cambien las percepciones sesgadas que se puedan tener de los demás, de las intenciones y de los procesos en el día a día del trabajo.
Muchísimas veces a lo largo de estos 21 años hemos visto a equipos de trabajo salir muy fortalecidos con la experiencia, con nuevos acuerdos, nuevas confianzas, pudiendo cada uno sentir el aprecio que los demás le tienen, descubriendo nuevas cualidades, nuevas formas de comunicarse. Esto nos llena el corazón, al saber que sembramos un granito de arena en la mejora de las relaciones entre compañeros de trabajo, que harán su vida y su día a día un poco más feliz.
Hemos tenido momentos difíciles, como todos; terremoto, estallido, incendio, aluvión, pandemia….. por solo nombrar algunas de las historias que todos podemos compartir…..pero hemos logrado salir a flote aplicando ingredientes de la misma medicina que entregamos; confianza en nosotros mismos, dando lo mejor de cada uno, confiando que el otro da lo mejor de sí mismo, comunicándonos con cariño, comprometiéndonos en lo que hacemos y sobre todo con la certeza de que lo que entregamos tiene sentido y que lo seguiremos haciendo porque está bien, se siente bien y hace bien a cada persona, aportando a las relaciones entre personas, por lo mismo a los equipos y por lo tanto ….al mundo.
Verónica fernández, Socia Fundadora
